Lo que no se entiende entonces, fue su cambio. El juvenil era la figura del partido, con dos palos y generando peligro por el sector izquierdo del campo, fue el jugador desequilibrante del primer tiempo. Incluso el entrenador de Gimnasia, Pablo Morant, declaró: “fue un alivio que sacara a Lamela. El ochenta por ciento de la charla en el entretiempo fue para equilibrar ese sector de la cancha, ya que nos estaba complicando mucho en los mano a mano".
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En referencia a esto, el emblema de River, afirmó en un diálogo para la radio La Red, que el insulto es algo natural. “Cuando terminan los partidos y no ganamos, estoy a las puteadas. Pero es una calentura del partido. De ahí a involucrarme en un quilombo con un pibe que está jugando, que le estoy siempre encima y que es el futuro de River, no me parece. Es una mentira”.
Por si todavía quedaban dudas el “Burrito” terminó de despejarlas: “No hubo nada. Ni siquiera discutí con él. Entré a las puteadas al vestuario porque no hacíamos los goles. Además menos con Erik, que es un pibe al que quiero mucho”.
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