No es el programa que emitía Telefé el mes pasado. Ellas son como una nueva raza dentro del mundo femenino. Las botineras son las mujeres que salen o tienen relaciones con los jugadores de fútbol. Algunas son modelos, otras vedettes, otras actrices, pero todas quieren lo mismo: fama y dinero. Buscan casarse con ellos, poder salir de compras, que los papparazzi las persigan y ser unas “ladys” con una vida totalmente relajada. El ejemplo de las más jóvenes es Mariana Nannis, la mujer desde hace años de Claudio Caniggia, quien podría ser considerada la “reina” dentro de este rubro.
Sin embargo no todas llegan al altar o a tener hijos. Muchas de las actuales botineras, novian un rato, hacen su relación mediática y a los pocos meses se pelean y aparecen en los programas estilo “intrusos” o “los profesionales”, contando su separación y sus problemas con sus parejas. Todo en busca del mismo objetivo: ser reconocidas y ganarse un lugar en la pantalla sin importar cómo ni cuál.
No hace falta ser Cristiano Ronaldo ni Messi para salir con una botinera. Tampoco jugar en la selección, ser el goleador del campeonato o el enganche estrella. Aunque seas Cristian Fabbiani podés conseguirte a una de ellas… (no puede ser que el gordo ese haya estado con la Vanucci). Realmente el fútbol a veces es demasiado generoso y eso es lo que voy a tratar de demostrar en esta nueva sección todos los domingos.
Sin embargo no todas llegan al altar o a tener hijos. Muchas de las actuales botineras, novian un rato, hacen su relación mediática y a los pocos meses se pelean y aparecen en los programas estilo “intrusos” o “los profesionales”, contando su separación y sus problemas con sus parejas. Todo en busca del mismo objetivo: ser reconocidas y ganarse un lugar en la pantalla sin importar cómo ni cuál.
No hace falta ser Cristiano Ronaldo ni Messi para salir con una botinera. Tampoco jugar en la selección, ser el goleador del campeonato o el enganche estrella. Aunque seas Cristian Fabbiani podés conseguirte a una de ellas… (no puede ser que el gordo ese haya estado con la Vanucci). Realmente el fútbol a veces es demasiado generoso y eso es lo que voy a tratar de demostrar en esta nueva sección todos los domingos.
Se comió un poroto
Nicole Neumann, no es la clase de botinera popular que busca fama y dinero, pero no pudo resistirse ante el jugador de Vélez Fabián Cubero y se ganó la apertura de esta nueva sección. La modelo y el “poroto”, tuvieron un romance escandaloso y que dio que hablar. Se conocieron mientras hacían una producción fotográfica para la revista “Hombre” en los días previos al Mundial de Alemania 2006. Con diminuta ropa interior, Nicole posó en las duchas del vestuario de Vélez junto a cuatro jugadores (Angeleri, Pavone, Somoza y Cubero) donde el “poroto” no perdió el tiempo y se ganó el interés de la modelo. Desde aquel día no se separaron más.
Sin embargo el comienzo de su relación fue conflictivo y muy mediático debido a que en el momento que se conocieron, ella estaba casada con Ignacio Herrero, modelo y cantante, y él estaba de novio desde hacía siete años. Pero el jugador, como buen defensor aguerrido, le hizo marca personal y luego de terminar su relación, logró que Nicole se divorciara de su marido para empezar una nueva historia de amor. Mal no le fue. La pareja se casó en mayo de 2008, mismo año tuvieron un hijo y ahora esperan al segundo. Una botinera con un final feliz.
Sin embargo el comienzo de su relación fue conflictivo y muy mediático debido a que en el momento que se conocieron, ella estaba casada con Ignacio Herrero, modelo y cantante, y él estaba de novio desde hacía siete años. Pero el jugador, como buen defensor aguerrido, le hizo marca personal y luego de terminar su relación, logró que Nicole se divorciara de su marido para empezar una nueva historia de amor. Mal no le fue. La pareja se casó en mayo de 2008, mismo año tuvieron un hijo y ahora esperan al segundo. Una botinera con un final feliz.
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