miércoles, 20 de octubre de 2010

Si te pegan, "agua y ajo"... a joderse

“A los habilidosos siempre les pegan”, dice el popular dicho futbolero. Y es una realidad, están siempre un segundo antes de la jugada, esquivan piernas como conitos, pero cada tanto se topan con una pared que los frena.

Sin embargo ellos, que en su mayoría son enganches, clásica posición de los chiquititos escurridizos, saben que por ser diferentes les esperan fuertes marcas por parte de los defensores de turno. Algunos, para no decir casi todos, se las bancan sin chistar, saben que están expuestos a patadones y se animan a todo igual. Tiran caños, rabonas, tacos, todo tipo de lujos con el sello de potrero, sin importarles las consecuencias. Otros, para no decir casi ninguno, una vez que termina el partido salen mostrando las heridas de una infracción que le cometieron. Este es el caso de Erik Lamela, el juvenil enganche de River, quien este último fin de semana recibió un patadón por parte del defensor uruguayo de Godoy Cruz Jorge Curbelo. Sin dudas una infracción para roja (Beligoy solo lo amonestó), e innecesaria, ya que los jugadores a pesar de la rivalidad son compañeros, son todos futbolistas y por lo tanto deberían tener un mínimo cuidado y códigos, como por ejemplo, la mala intención.



Pero con esto, no justifico la actitud de Lamela de salir depués del partido mostrando su pierna lastimada ante los flashees de los fotógrafos. Al contrario, estoy de acuerdo con la declaración de Verón, quien tras esta acción del joven enganche millonario enfurecido declaró: “Parecemos nenas”, a la vez que en Radio La Red opinó: “No da eso de que salga con los pantalones arremangados y se ponga delante de los fotógrafos para que le saquen fotos a los golpes. Si todos vimos la patada que le pegaron, eso no hacía falta. Yo he visto patadas mucho más fuertes en una cancha”.

Pregunto: ¿Cuántas veces le pegaron a Ortega o Giovanni Moreno este torneo?. Incontables y a pesar de eso, ellos nunca salieron a mostrar sus moretones, ni nada similar. De Riquelme mejor ni hablar. El diez de Boca, que actualmente está en la recta final de la recuperación de su rodilla, fue castigado durante toda su carrera. Es un distinto al cual los defensores no saben como parar o sacar del partido. "Aguanté patadas que no cobraron pero no me banco que me metan un dedo en el culo", aseguró Riquelme luego de reaccionar con una piña y ganarse la primera tarjeta roja de su carrera, tras la polémica infracción del ex volante central de Banfield Fabián Santa Cruz (Clausura 2002). Después de este episodio, el jugador tomó gran repercusión e incluso asegura que lo recuerdan y reconocen en la calle por este motivo. Sobre la marca que le hizo a Román opinó: “Es más mala leche un patadón, que meterle el dedo en el culo a alguien. Una patada te rompe. Un dedo, no. Es preferible sacar algo de potrero que meter un suelazo. Ése es mi punto de vista”. ¿Vos que preferís, patada o dedito?
 


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